Cuando buscamos captar agua del subsuelo, utilizamos como recurso la perforación a través de alguno de los tipos de pozos existentes y para los cuales, en Servipresión disponemos de los materiales y personal más adecuado para ello.
Son muchas las empresas y particulares que requieren nuestros servicios para conseguir como fuente de riego y suministro de agua el recurso de los pozos en servicios agrícolas, de jardines, piscinas…
Y ello es debido a que en nuestro planeta, el agua dulce es muy demandada pero a su vez es la más escasa. Precisamente, el subsuelo encierra mas de la mitad del agua dulce existente, de ahí la necesidad de llegar hasta ella.
Tipos de pozos: elegir siempre bajo la orientación de expertos.
Para saber si nos es más rentable uno u otro de los tipos de pozos existentes, debemos tener en cuenta algunos factores que son determinantes en la elección de modo que optemos por el más oportuno sin gastos innecesarios.
- Tipo de suelo a perforar, su dureza, presencia rocosa o no, etc…
- Uso previsto del agua.
- Profundidad necesaria para acceder al agua.
- Gasto y abastecimiento que se pretende del agua del pozo.
- Presupuesto disponible a emplear en esta inversión.
Todo ello deberá ir siempre bajo la supervisión de expertos como los de Servipresión, que sabrán determinar la mejor opción para el cliente asegurando en cada caso el mejor servicio.
Existen básicamente tres formatos básicos de pozos de agua:
1.- Pozos excavados:
Aquellos que se realizan de la forma más rudimentaria, generalmente a mano con palas o acompañado de maquinaria muy básica, dado que va a ser poca la profundidad que vamos a necesitar, llegando a un máximo de 15 a 20 metros.
Cuando se trata de pozos tan poco profundos, la vida activa del mismo se prevé corta pues es muy posible que más pronto que tarde acabe secándose.
2.- Pozos hincados:
Para captación de agua de mayor profundidad que las del tipo anterior, se pueden utilizar varias técnicas a base de maquinaria con tubos perforadores para ello.
Aquí la profundidad a alcanzar oscila entre los 20 metros y hasta los 100 metros aproximadamente, lo que se considera un pozo de tipo medio.
3.- Sondeos o perforaciones:
También conocidos como pozos aforados, su profundidad se espera mucho mayor a las anteriores, unos 300 o casi 400 metros bajo tierra y se precisan maquinarias de mayor complejidad, algunas de carácter rotativo con capacidad para destruir piedra y roca, otras mediante taladro o ahoyado y las hay incluso de circulación inversa capaces de retornar a la superficie el material sobrante de la perforación.
Desde Servipresión disponemos además de otros servicios además de los relacionados con los tipos de pozos, tales como:
- Reconstrucción de sondeos afectados por el paso del tiempo y la acción de la naturaleza.
- Estudios hidrogeológicos para la localización de aguas subterráneas.