Una bomba de agua sumergible es la que está preparada para su funcionamiento bajo el agua, u otro líquido, con el fin de bombearlo a la superficie. Este tipo de bombas están pensadas para su uso en pozos, depósitos profundos, cocheras o estancias bajas inundadas… Su uso común está indicado en aquellos casos en los que nos encontramos con que el desnivel a aspirar supera los 7 metros, que suele ser el estándar de funcionamiento de una bomba normal. A partir de una cota necesitamos una bomba sumergible para no acabar con el agua al cuello.
Su configuración técnica varía según vayamos a necesitar bombear aguas sucias o limpias, el desnivel que queramos salvar y el volumen de caudal y presión que necesitamos para nuestro objetivo. Su función básica es la de transportar un fluido hacia la superficie para desalojarlo de algún tipo de oquedad. El tipo de fluido de que se trate va a condicionar su funcionamiento, por lo que existen bombas para especificaciones concretas que hemos de tener en cuenta a la hora de elegirla para nuestra necesidad.
Las bombas sumergibles se basan en un impulsor que se presenta sellado a su carcasa, lo cual permite bombear el líquido que le sumerge hacia el exterior. La ventaja de este tipo de bomba es su fuerza de bombeo, muy alta, ya que no depende de la presión de aire externa para hacer que el líquido ascienda y nuestro problema se disuelva.