Para saber si el agua que llega a nuestro hogar es apta para el consumo, es decir, es potable, debemos realizar un análisis de esa agua.
En muchos casos el agua que recibimos en nuestros hogares en las ciudades y grandes poblaciones es distribuida por las empresas municipales de aguas desde sus plantas de tratamiento a través de la red general de abastecimiento y distribución. Estas empresas deben realizar los pertinentes controles del agua que distribuyen asegurando su salubridad. Los controles que exige la legislación en el agua distribuida incluyen la valoración de los siguientes factores:
- Olor.
- Sabor.
- Color.
- Turbidez.
- Conductividad.
- pH.
- Amonio.
- Bacterias coliformes.
- Escherichia coli (E. coli).
- Cobre, cromo, níquel, hierro, plomo u otros parámetros cuando se sospeche que la instalación interior por la que circula el agua tiene ese componente y podría llegar al agua.
- Cloro libre residual y/o cloro combinado residual cuando se utilice cloro o sus derivados para el tratamiento de potabilización del agua.
Sin embargo, cuando el agua que recibimos en casa procede de un pozo o de un depósito no contamos con estos controles periódicos. Es estos casos debemos realizar un análisis del agua para asegurarnos que puede ser consumida. De hecho, tras la perforación de un pozo, el primer paso antes de utilizar ese agua con cualquier fin ya sea agua para riego, abrevadero de ganado, o para consumo humano, es fundamental realizar un análisis completo del agua.
¿Qué se debe analizar para saber que el agua puede ser consumida?
La definición que conocemos de agua y que nuestros hijos aprenden en el colegio desde bien pequeños es que el agua es un líquido inodoro (sin olor), incoloro (sin color) y sin sabor. Esto es muy importante no olvidarlo porque si percibimos olor, color o sabor en un agua es posible que no sea apta para su consumo.
Para asegurar que un agua es apta debemos realizar un análisis químico-físico, microbiológico y de componentes tóxicos presentes en el agua. Además de comprobar la ausencia de olor, sabor, color y turbidez, un análisis completo de aguas de consumo o potable incluye un elevado número de parámetros (más de cincuenta). En el control se analizan pesticidas (organoclorados y organofosforados), hidrocarburos aromáticos policíclicos, trihalometanos, metales pesados (Cadmio, Selenio, Arsénico), compuestos microbiológicos, flúor, cianuro y otros compuestos, además del análisis de presencia de microorganismos (análisis microbiológico).
Aunque se comercializan kits para el análisis de aguas en casa (de ciertos parámetros), consumir agua no apta o no potable conlleva importantes riesgos para nuestra salud. Por ello, el análisis del agua de nuestro pozo o depósito debemos realizarlo en un laboratorio de análisis de aguas homologados y certificados para dichos análisis.
Las características del agua procedente de pozos o depósitos de agua pueden variar con el tiempo. Por ello os recomendamos realizar con cierta periodicidad un control analítico del agua que llega a vuestro hogar para asegurar que puede ser consumida sin ningún problema para vuestra salud.
Gracias por la información.
Tengo un pozo de 12 a 15 metros de profundidad y de agua unos 7 mts
aproximadamente y su contorno es de ladrillo, actualmente las hormigas (plaga de sampopo) han desembocado en el pozo y al caerse han contaminado el agua. ¿A dónde puedo llevar una muestra para su análisis y qué costo tiene? Por su atención gracias.